Vinos sin alcohol, saludables y versátiles
Los vinos sin alcohol se han colado en las cestas de la compra y en las bodegas de bares y restaurantes en los últimos años. Junto con los vinos orgánicos han sido una tendencia que ha revolucionado el consumo del mundo del vino.
Ya sea con bajos índices de alcohol (los llamados low alcohol) o completamente desalcoholizados, este tipo de vinos ofrecen una serie de ventajas que no tiene el vino tradicional y que, en un determinado momento, puede suplir a un vino con alcohol.
El consumidor actual se ha vuelto más concienciado con respeto al medio ambiente y busca productos sostenibles y que no perjudiquen el entorno. Además está más preocupado por su alimentación y cuidado personal y busca productos que no dañen su organismo.
El vino desalcoholizado no es zumo
Una de las afirmaciones más comunes es confundir el vino sin alcohol con zumo de uva. El hecho de que no lleve alcohol no implica que sea mosto, pues los procesos de elaboración de este tipo de vino suelen ser similares al vino con alcohol. Un vino desalcoholizado parte de un vino al que se le extrae de manera natural el alcohol conservando todos sus valores nutricionales, características organolépticas, aromas y sabores propios.
En los últimos años, en sus diferentes categorías (tranquilos, espumosos o frizzantes) se han popularizado por sus ventajas: es una bebida saludable, aporta muy pocas calorías, es aromática, con sabores afrutados y naturales y se puede beber de manera segura sin peligro de que el alcohol pase factura.
¿Los vinos desalcoholizados se consideran vinos? En realidad el resultado del proceso de eliminar el alcohol lo transforma en una bebida desalcoholizada que no puede llamarse vino (ya que por definición el vino es una bebida fermentada de uvas cuyo alcohol no puede ser inferior a 8.5%). Su sabor tampoco es el del vino porque no presenta ni su volumen, ni su cuerpo ni la estructura de un vino convencional. El resultado es una alternativa al vino que son todo beneficios para la salud.
Viña Albali tiene una gama de vinos desalcoholizados, en la categoría tinto y blanco, elaborados con uva Tempranillo/Cabernet y Sauvignon blanc, respectivamente. Son perfectos cuando se quiere disfrutar de todo el sabor del vino pero no consumir alcohol, y además mantiene las propiedades beneficiosas para la salud del vino original al contener polifenoles, antocianos y antioxidantes.
Una innovadora tecnología elimina suavemente la mayor parte del alcohol, sin afectar a los sabores naturales. El alcohol se extrae del vino mediante un proceso nada agresivo, complejo y sofisticado para evitar la pérdida de compuestos aromáticos característicos del vino original y la variedad de la que procede. La calidad y propiedades organolépticas del producto resultante no se ve afectada en el proceso, obteniéndose una bebida a base de vino de <0.5% de alcohol, de alta calidad, expresivo, fresco y aromas intensos.
Este tipo de vinos tienen una característica que destaca si los comparas con los vinos tradicionales, debe beberse refrigerado, entre los 4o -9o grados para que se potencien sus cualidades más refrescantes.
Cada vez es más frecuente ver este tipo de bebidas en supermercados y restaurantes, y son una opción saludable y estupenda para disfrutar en cualquier ocasión, con muchas más ventajas y beneficios que un simple refresco. Una tendencia ascendente por la que apuestan los deportistas, los jóvenes, o aquellos que no toman alcohol ya sea por prescripción médica o por motivos religiosos.
¿Te animas a probar un vino desalcoholizado?